PARALELO36ANDALUCIA - Estirpe de parásitos sociales que amasaron sus fortunas a base de sangre y sufrimiento, robo y expolio. Patrocinadores de la carnicería fascista del 36. Corte palaciega del dictador. Señoritos de caballo y fusta. Meapilas de cuarto reservado y putiferio universal. De la siniestra Casa de Alba les hablamos.
Cayetano Luis Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, hijo de la “hija predilecta de Andalucía” según Chaves y Monteseirin, ha insultado y humillado a los más pobres entre los pobres de nuestra tierra, a los jornaleros y jornaleras que mal que bien, superviven en nuestros pueblos. Él, que acumula decena de miles de hectáreas y millones de euros de subvenciones de fincas y palacios; él, que tiene más apellidos que los jornaleros renta; él se permite el descaro, con la distante crueldad que caracteriza a los de su linaje, de acusar de vagos a los que no han hecho otra cosa en su vida que trabajar.
Sus palabras hubiesen dolido en cualquier momento pero ahora, en medio de esta descomunal crisis, hieren. Están dicha por un representante histórico de la ruina de Andalucía: la nobleza terrateniente y rentista. Aquella que hizo la guerra y no dudo en torturar, encarcelar y fusilar para mantener los cortijos. Aquellos que se opusieron con todas sus fuerzas a la reforma agraria. Simbolizan lo peor de nuestra memoria colectiva; el azote y calamidad de los andalusies, la maldición de los trabajadores sin tierra, el engaño y la estafa de los fondos europeos.
Ellos, herederos impunes de todos los genocidios de nuestra historia; están ahí, siempre han estado. Albaceas permanentes de la explotación de millones de criaturas; nadie, salvo la II República, les ha enseñado los dientes. El precio que los demócratas y la izquierda pagó por ello fue tan caro y tan alto, que una especie de amnesia traumática hizo que, con la vuelta de la democracia, la ignominia y la criminalidad de estos “Grandes de España” quedara oculta y bendecida. Otra herencia de la “modélica transición española”.
Ahora en que las válvulas de escape y compensación del campo andaluz (ladrillo y subsidios públicos) se ha venido abajo, la “cuestión agraria andaluza” debe tomar de nuevo el protagonismo que realmente tiene. Con otra mirada pero apuntando siempre a la desigualdad y al escándalo del latifundismo y de esos terratenientes. El primero entre ellos, Cayetano Luis Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, se ha colocado él solito, desde la soberbia que les caracteriza, en el punto de mira. Pues bien, a por ellos.
1 comentario:
Olé por tus comentarios. No comprendo que no hayan más.
Publicar un comentario