María Teresa Márquez es una de nuestras artesanas más fieles.
Nazarena y madre de tres hijos, ha sido durante veinte años monitora deportiva
en el Patronato Municipal de Deportes de Dos Hermanas; trabajo que compaginó
con sus estudios de Patronaje y Confección. Aprendido el oficio, durante doce
años, diseñó y confeccionó trajes para un taller de moda flamenca.
En la actualidad sigue haciendo trabajos y
artículos para tiendas, confiesa que lo que de verdad le gustaría, sería montar
la suya propia. Aunque ante la falta de crédito, y el riesgo que entraña emprender
un negocio en la delicada situación económica del país, es complicado.
Por ello, y al ver un día, hace cosa de año y
medio, los puestos del Mercado de Artesanía que el Ateneo Andaluz organiza en el parque
del Palmarillo cada segundo domingo de mes, se decidió a unirse a la
iniciativa, y montar su puesto: La
canastilla de Aurora.
En él podemos encontrar ropa y complementos
para bebé tales como baberos bordados, arrullos y mantitas, guantes, gorritos,
bufandas y calcetines, todo muy pequeño y si se quiere, dice, puede hacerse
personalizado por encargo. Pero sin dudarlo lo que más llama la atención de los
transeúntes que se detienen en La canastilla de Aurora, son unos angelitos de
la guarda, con sus carillas inocentes y sus alas desplegadas, hechos de punto y
crochet, y unos graciosos chupetes de ganchillo.
Desde entonces a tomado carrera, y en la
actualidad se mueve por muchos mercados de la provincia con los que ha
conectado a través del Ateneo, y ahora podemos encontrarla tanto en el
Palmarillo, los segundos domingos de cada mes, como todos los viernes en la
calle San Sebastián.
Cuando le preguntamos por el futuro, por como
ve el comercio de artesanías, nos dice que en estos momentos a ella le va bien,
que ve un pequeño auge en esto, porque que la gente ahora valora más los
productos artesanales, pero que como están las cosas, en el futuro… nunca se
sabe.
J.P.B
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