La Fundación Tres Culturas, en colaboración con la Asociación de Amigos de Al-Ala en Rabat, ha organizado el encuentro musical Sonidos y Palabras de Al-Andalus, que tendrá lugar en su Pabellón, los días 17 y 18 de octubre y que, a través de diversas actividades, nos permitirá conocer mejor la riqueza de la música andalusí.
Para los interesados, el viernes 17, a las 20:30 h. se proyectará el documental Nouba de Oro y de Luz, realizado por Izza Genini, que propone un recorrido por la historia de la música andalusí a través de un paseo por las ciudades donde aún pervive esta hermosa tradición musical y a las 21:30 h. tendrá lugar el concierto de Kanun a cargo del maestro Salah Charki, importante exponente de la música marroquí, que ha llevado su riqueza de estilos y ritmos hasta Estados Unidos, Rusia, Irán, Irak etc.
LA QUEDADA: Es el sábado 18 de octubre, en el Antiguo Pabellón de Marruecos, sede de la Fundación, a las 20:30 h. y se celebrará un concierto a cargo de la Orquesta del Conservatorio de Música de Tetuán, bajo la dirección del maestro Mehdí Chaachoo. Esta prestigiosa formación es heredera de la tradición musical andalusí, fruto de las mutuas influencias que ambas orillas mantuvieron constantemente a lo largo de la rica historia de encuentros que simbolizó al-Andalus.
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El origen de la producción musical característica de al-Andalus, la música andalusí, se establece, según los entendidos, con la llegada a la corte del califa Abd al Rahman II de Córdoba, del músico bagdadí Abu al Hassan Alí Ibn Nafeh, apodado Ziryab (el mirlo), procedente de Bagdad. Ziryab, no trajo solamente la rica experiencia del refinamiento cortesano abasí, sino que dio nueva vida e impulso al arte andalusí. La composición musical por excelencia de aquella época es la “nawba”, popularmente conocida como “nuba” y que equivale a una especie de sinfonía o suite actual. Las nubas son elaboradas composiciones melódicas de contenido en su mayor parte profano o místico, donde la exaltación del amor, la belleza y la sensualidad alcanzan su máxima expresión, siempre, como suele ser normal en la cultura islámica, como obra y prueba de la existencia de Dios.
Los temas favoritos son el amor cortesano, las alabanzas al Profeta, las descripciones (de los jardines andalusíes, Sevilla, Granada o el Guadalquivir), y la nostalgia de los árabes por al-Ándalus después de la expulsión. Estas músicas tienen signos evidentes de influencias interculturales, y son un claro ejemplo de los puentes que desde el imaginario y desde las artes, se tienden mutuamente Andalucía y Marruecos.
El repertorio del concierto consta de once nubas o poemas populares. La nuba es una especie de suite de 5 etapas (llamadas Mizan), que a su vez se componen de seis elementos: M’chalia, apertura instrumental arrítmica; Tuichia, apertura instrumental rítmica; Sanaa, melodía compuesta sobre poemas, Inchad, 2 estrofas de poema cantados en solo; Mual, improvisación vocal basada en un modo determinado; y por último, Taqsim, improvisación instrumental basada en un modo determinado.
Los intérpretes alternarán los instrumentos árabes como el laúd andalusí, el rabab (rebec árabe), el kanun (cítara árabe), el tar (pandereta árabe), o el darbuka, con otros pertenecientes a la música clásica occidental.
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