El pasado viernes 3 de diciembre, el Ateneo Andaluz y la Peña Cultural Flamenca Juan Talega celebraron la presentación del libro "La identidad andaluza en el Flamenco" de J. Carlos Ríos (Granada, 1977).LEER MAS...
El evento se realizó en la Casa del Arte de la localidad, lugar de encuentro y sede de los flamencos nazarenos, con la presencia del Presidente de la Peña, Jose Monge y de Juan Antonio Ruiz, como Vicepresidente 2º del Ateneo Andaluz, que fue el encargado de realizar el saludo al publico y el agradecimiento al autor por su presencia, "en un dia tal especial para los andaluces de conciencia".
La presentación, que contó con unos 40 asistentes, fue una cita con interés añadido debido a dos circunstancias: ser la víspera del 4 de diciembre, efeméride grabada en la historia de Andalucía como el día en que más de un millón de andaluces/zas salieron a las calles reivindicando el autogobierno en 1977, y por la reciente nominación del Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.El autor presentó este trabajo en el que define al flamenco como "algo más que una música, el Flamenco es la expresión global del Pueblo Andaluz" haciendo un recorrido por los aspectos de la obra.
Para JCarlos Rios, como aficionado, estudioso del Flamenco y militante en los movimientos sociales identitarios andaluces, definió al Flamenco como una expresión sometida a una doble dinámica manipuladora: el Flamenco convertido en parte de una "presunta identidad española" y el Flamenco como parte de "la música étnica o world music que se vende en los grandes almacenes absolutamente descontextualizada".
A continuación pasó a narrar los multiples aspectos en los que el Flamenco se entronca con el Pueblo Andaluz y su historia "allí donde ha habido andaluces/zas el Flamenco ha estado presente, es este fenómeno el que explica que el Flamenco aparezca en Murcia o Cataluña, o que existan los cantes de ida y vuelta". Según sus palabras, los cantes flamencos se pueden catalogar en función de las categorías laborales "mineras, tarantos, martinetes, cantes de trilla o jaberas" o también hay cantes propios del entorno doméstico "como nanas o la alboreá". El autor expuso como la sociabilidad "a traves de las peñas flamencas" o la tendencia a lo local propias de Andalucía están bien presentes "en el nombre de los cantaores como El Lebrijano o Camarón de la Isla" así como en los festivales.Tras la exposición se dió lugar a un interesante debate entre los asistentes sobre las repercusiones que para el Flamenco tendrá su nombramiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y la idoneidad de incluirlo en las instituciones o en la educación reglada, deseando que este nombramiento y los recursos publicos que se destinen "sirvan para que las nuevas generaciones de andaluces sepan distinguir una seguidilla de una soleá, y al Flamenco como la expresion maxima de nuestra cultura mas autoctona".
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