La Plaza Blas Infante, de Dos Hermanas se vistió de memoria y emoción en la tarde de ayer para rendir homenaje al que es considerado el Padre de la Patria Andaluza. Un centenar de personas se congregaron en este simbólico espacio para participar en una ofrenda floral cargada de sentimiento, compromiso y respeto hacia la figura de Blas Infante, cuya vida y legado siguen siendo faro para muchas voces andalucistas.
La poesía tuvo un lugar destacado en la ceremonia. Los poetas José Solís y Mónica Rodríguez Villaverde ofrecieron versos cargados de sensibilidad y fuerza, en honor a una tierra que aún busca, en las raíces de Infante, su horizonte de dignidad. La palabra poética fue puente entre generaciones, emociones y luchas.

Tras el saluda del Presidente de la Plataforma andalucista 10 de Agosto, Juan De Dios Varela, el Manifiesto fue leído por las compañeras Rocío Liáñez y Lidia Ana Castro.

Otro de los momentos emotivos fueron las intervenciones de Rosa Delmás y Alejandro Delmás Infante, biznieta y nieto del homenajeado. Sus palabras, cargadas de orgullo y responsabilidad, conectaron lo íntimo con lo histórico, recordando no sólo al político y pensador, sino también al hombre y al abuelo.
Pepe Cesto, poeta y miembro activo de la Plataforma Memoria y Exhumación, también tomó la palabra para recordar la importancia de seguir reivindicando verdad, justicia y reparación en Andalucía, también para Blas Infante cuyo cuerpo aún no ha sido hallado, sugiriendo la tesis de que pueda estar en la fosa común del cementerio nazareno.
La parlamentaria andaluza Begoña Izaofreció un saludo a los presentes, destacando el valor de actos como este para recuperar, preservar y divulgar la obra de Blas Infante. Su intervención subrayó el papel fundamental de la ciudadanía y de las instituciones en la defensa de la memoria democrática.
El cierre musical del homenaje fue otro de los grandes momentos de la jornada. La voz portentosa de Manuel Linares revivió el espíritu de Carlos Cano, interpretando dos de sus canciones más emblemáticas. Sus notas, repletas de duende y compromiso, prepararon el ambiente para el broche final: la interpretación colectiva del Himno de Andalucía, que sonó con solemnidad y esperanza bajo el cielo nazareno.
El acto concluyó entre aplausos y emoción contenida con la lectura por Pilar González del poema “el crimen fue en Granada” de A Machado, como solía hacer el recordado Morillas.
Más que un homenaje, fue una reafirmación y compromiso colectivo del valor de la memoria, la cultura y la identidad andaluza, con Blas Infante como símbolo permanente de un pueblo que sigue caminando hacia su libertad y justicia.
Gracias a todas y todos los que pudisteis acudir.
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