El pasado 6 de marzo, Ateneo de Dos Hermanas tuvo el privilegio de recibir a dos científicos de la Universidad de Sevilla para hablar de un “detalle sin importancia”: el vertido de 130.000 Hm³ de aguas altamente tóxicas en el Estuario del Guadalquivir. Un nimio charco de veneno cortesía de las minas Los Frailes (sí, la misma del desastre de 1989, por si alguien ha olvidado sus proezas ecológicas) y Las Cruces, cuya depuración es tan impecable que los metales pesados se cuelan en el ecosistema sin molestarse en hacer escalas.
Por supuesto, todo esto ha sido posible gracias
a unas autorizaciones ambientales “ejemplares” otorgadas por la Junta de
Andalucía, basadas en estudios exquisitamente manipulados para minimizar cualquier
impacto (sobre el papel, claro) y justificar la bondad de los vertidos.
Mientras tanto, la ciudadanía ha sido mantenida en la más absoluta ignorancia,
privada de información veraz y transparente. Y, ahora que ya no hay nada que
hacer, ahora que las concesiones están firmadas y selladas, es cuando empieza a
vislumbrarse la magnitud del desastre.
Y hasta podría entenderse la postura servil y populista de quienes van a recibir las migajas de las empresas mineras que, durante décadas, han transformado su tierra en un infame cementerio de cortas y escorias. ¡Hay que continuar la tradición minera en aras del progreso! (y, por supuesto, del crecimiento obsceno de los beneficios empresariales). Pero lo que es absolutamente inadmisible es que haya quienes, sin recibir siquiera una dádiva, sigan mostrando una ceguera voluntaria, plegándose con entusiasmo a los intereses bastardos del capital.
Afortunadamente, no todos están dispuestos a
tragarse este enésimo crimen ambiental. La Plataforma SOS Guadalquivir intenta
mover conciencias y exigir responsabilidades, porque, al parecer, todavía queda
gente que no considera razonable convertir el río en un vertedero de lujo.
La pregunta es: ¿está Dos Hermanas dispuesta a defender el Guadalquivir o prefiere seguir creyendo que esto es solo otro trámite burocrático sin importancia? Algunos ciudadanos ya han tomado partido. Otros, bueno... quizá cuando el agua empiece a oler a azufre comiencen a preguntarse qué demonios ha pasado.
Jesús Cuenca – Biólogo. Coordinador Área Patrimonio y Medio
Ambiente de Ateneo Dos Hermanas - 8/3/2025
Mas información: SOS GUADALQUIVIR